34661_138626599497741_3213568_n

Hace ya unos día compartí en Facebook un cortito documental de un colectivo feminista gallego titulado «PELOS», que cuestiona y analiza el origen de la depilación y su obligatoriedad social.

«La sociedad de consumo nos facilita la práctica que ella misma impone. Entonces, ¿nos depilamos porque queremos o porque nos sentimos socialmente forzados a hacerlo»

PELOS from Irene Grueiro on Vimeo.

A raíz del video, un grupo de amigas decidimos abrir un debate al respecto. Las preguntas eran éstas:

¿Cómo te sientes mejor? ¿Consideras que la depilación es una elección tuya? ¿Has intentado no depilarte?

Decidí abrir el debate y la oleada de aportaciones personales y bastante elaboradas no tardó en llegar. Las reproduzco, a continuación:

V.M: 

Empezaré afirmando que, en mi caso, de ninguna manera considero que la depilación sea una elección propia. La opresión proviene de la sociedad, de la publicidad, del machismo… pero también y de forma muy dura de la presión de otras mujeres. Recuerdo a las mujeres de mi familia (que no están nada chapadas a la antigua ni a convenciones sociales) caer en este aspecto en un abismo de vergüenza cuando había que ir a la piscina o la playa y no estaban «suficientemente» depiladas. Recuerdo a mi madre, un ejemplo de lucha, criticar los pelos de mis sobacos con asco. 

Durante mucho tiempo viví la depilación como una obligación, la sufrí como una mutilación. Poco a poco, como quien deja un mal hábito, fui acostumbrándome a que no me importara lo que los demás pensaran.

Asumí la belleza de mis pelos como una batalla más dentro de la lucha feminista. Primero las axilas (el dolor era horrible), después las ingles y el bigote, ahora las piernas. Todavía me cuesta un poco acostumbrarme, pero me he dado cuenta de que al final nadie se fija realmente en ello como algo importante. Les choca, pero la vergüenza pasa a la mirada de quien lo ve como algo extraño o desagradable porque no se atreven a decirte que te depiles. Esa vergüenza en el otro es un triunfo. Siempre habrá quien sea lo suficientemente impertinente para meterse con tu decisión, en ese caso sus argumentos son tan débiles que, si has sido capaz de soportar la presión social para dejar de depilarte, una confrontación verbal con tan absurda apreciación te será muy fácil de ganar gracias a tu confianza en ti misma.

¿Cómo me siento mejor? Cuando los pelos no son algo en lo que pensar, en lo que preocuparse. Si dejarlos te genera estrés, sufrimiento y no puedes soportar la presión, tal vez todavía no estés preparada para desafiar al sistema de forma frontal en este sentido. Cultiva la confianza en ti misma y vete abandonando la mutilación de lo natural poco a poco. Si no naturalizas para ti misma el hecho mismo de tener pelos, la reivindicación no sirve para nada. Una vez superada esa fase de reapropiación de tu cuerpo todo es mucho más fácil. 

¡Me encantan los pelos de mi sobaco! 

Y sí, ligo igual o más que cuando me depilaba. ¿Por qué? Porque ha dejado de ser una barrera, una variable importante. La confianza en mí misma y la forma de relacionarme es lo que me hace atractiva, no la luz sobre mis piernas. Si hay que sufrir para gozar… ¡menuda mierda! 

La importancia que las personas con las que te relacionas le dan a la depilación suele ser un detector bastante fiable de superficialidad humana.

M.M:

Yo también dejo mi respuesta a las preguntas:
Antes de responder, tengo que decir que estoy en un momento de cambio: mi sensibilidad al patriarcado se ha agudizado y estoy comenzando a ser consciente de muchísimas más di
ferencias opresoras de las que veía antes (y eso que siempre me he considerado feminista… pero lo que estoy viviendo ahora no tiene nada que ver…)

¿Cómo te sientes mejor? ¿Consideras que la depilación es una elección tuya?¿Has intentado no depilarte?
Siempre me he sentido mejor depilada. Siempre me he depilado, y en algunos momentos la depilación para mí ha sido toda una fiesta: era una celebración de que empezaba el verano!!! Y aunque he sabido perfectamente que era una imposición 100%, me ha dado igual, porque el castigo social por lucir pelambrera me avergonzaba bastante. La VERGÜENZA como sentimiento de la mujer por no responder como se espera a una carga que no ha elegido, es en mi opinión donde se sustenta el patriarcado.

Peeero ahora, en mi momento de máximo feminismo vital, he dejado de hacerlo. Me encantan los pelos de mis sobaquillos. Los de las piernas los llevo un poco peor, porque como dice el documental no importa cuanto me duche que me veo como SUCIA. Y pienso… pero si me acabo de duchar y huelo a jabón! Pero visualmente tenemos metido hasta las entrañas que pierna con pelos es pierna sucia. Ahora bien, los estoy dejando libres. Y ya he recibido comentarios…

De hecho creo que la diferencia entre mi antes y mi ahora es que ahora vivo el feminismo como algo absolutamente personal a lo que he llegado por mí misma… y si alguien me dice algo me falta tiempo para salir con cincuenta argumentos. Y me enorgullece. 
La depilación es una imposición social fuerte. Para salir de ella tienes que tener las cosas muy muy claras. Pero mola 🙂

Y una historieta, es que el otro dia vino una amiga a mi casa, una amiga que llevaba sin depilarse las piernas tres años. Y tenía una comunión. Y su madre la obligó a depilarse. Con 23 años. Yo la ayudé con la cera, y luego me costaba dormir por la maldita sensación de que tenemos que sentir dolor y deshacernos de una parte natural de nuestro cuerpo por «lo que digan». Ella me decía: «pero por qué tengo que hacerme esto con lo que duele y lo que me gustan a mí mis pelos!!!»… Según le hacía la cera era como si la estuviera quitando una parte de su afirmación de sí misma…
Libres pelos y pelas!!! 

long hair no care

I.B:

Para mí, lo que acabáis de exponer constituye la voz de mi conciencia coherente, la situación o el amor propio que me gustaría llegar a lograr. 

Me resulta desquiciante que tengamos que elegir entre la aceptación social onuestra propia aceptación, pero en este caso parece ser así.
En mi caso, hace unos tres años que me di cuenta de que no quería depilarme. Y desde entonces el camino hasta aquí se me ha hecho largo y tortuoso. Hay épocas en las que consigo no depilarme, pero siempre se da alguna situación en la que me avergüenzo y me acabo depilando. Entonces me doy cuenta de que me ha podido la presión social, mi propia superficialidad, las ganas de que me quieran y acepten.
Me gustaría poder elegir realmente, por y para mi misma si quiero depilarme o no.
Pero no preocupar amigas! Siento la victoria cada vez más cerca porque cada día me respeto más. Y la gran parte, de esta casi victoria, se la debo a vuestra aceptación incondicionalmente no superficial, vuestras opiniones (ya sean a favor o en contra porque me ayudan a posicionarme) y a campañas como esta.

M.M:

Claro que sí! Eres preciosa con pelos o sin ellos! Pero tienes que serlo para tí
Yo también sé que en algún momento en este verano probablemente me apetecerá depilarme… Digo me apetecerá un poco a regañadientes porque realmente sentiré que me apet
ece pero ya no sabré si me apetece por mí o por qué… Desde los 15 años tengo la costumbre de que al día siguiente de acabar los exámenes de junio me doy un día para dormir y depilarme y oir música, y me encanta. Pero no sé qué pasará este año, ya os informaré!!!
De cualquier forma, no hay que frustrarse!!! Nuestro camino es un camino dificil… hay que estar orgullosas!!! Os dejo una frase de una canción que me ayuda mucho en estas cosas: «Si algún día sientes que te abandonan las fuerzas y has fallado, recuerda que hay mucho en juego y no tanto que perder. Que en la lucha está la alegría, que en tu día a día puedes vencer, que quien no desespera algún día no es por fuerte, es que no quiere ver!» (aquí la canción)

V.M:

Tampoco sintamos que nos traicionamos a nosotras mismas porque nos apetezca depilarnos de vez en cuando. La concepción patriarcal de la belleza en cierto modo también vive en nosotras y no debemos sentirnos culpables por vernos más guapas con la raya del ojo, lencería fina o un depilado escurridizo alguna vez. La clave está en ser consciente del proceso y de la motivación. Si para ti es el comienzo del verano y llega ese día y quieres depilarte, ¡hazlo!, pero con muuuucho gusto y sin sufrimiento mental (a veces el físico mola).

Lo importante es esa fuerza que nos hace darnos cuenta de podemos elegir nuestro camino y que a veces no se trata de ir contracorriente, sino de salirse y abrir sendero a cruzatierra.

No necesitamos una aceptación social superficial. Que nos quieran no depende de ello. Las personas que nos valoran lo hacen por cuestiones reales, importantes, por nuestra calidad humana y también por nuestras rebeldía.

¡MUJER BONITA ES LA QUE LUCHA!

M.M:

Jajajaja totalmente de acuerdo!! Tenemos que comprendernos y no castigarnos!!! Suficiente se nos castiga por esta lucha como para que encima nos autoflagelemos si un día nos apetece comprarnos un suje que tenga relleno xD

B.M:

Me ha gustado bastante el minicorto, la verdad, que este es un tema que depende de una misma y de uno mismo, que a veces se nos olvida. Porque creo que también los hombres tienen esa presión social, cada día menos, pero los rollos de los hombres con pelo en el pecho y el hombre y el oso cuanto más peludo más hermoso. Cada uno tiene su parte, pero bueno, la que me toca a mí es, sin duda, la más fuerte y la que provoca más inquietud social. Estoy con vosotras, más o menos igual, por épocas, apetece o quiero no depilarme; y otras, simplemente se me olvida que está ahí; y a lo último, tengo algún tipo de compromiso, y me depilo corriendo. Para mí, no es algo que me preocupe, si tengo pelos, los tengo y si no, pues no están. La verdad que soy bastante dejada con esto, pero porque me da exactamente igual lo que opine el que está mirando con recelo y, a veces, con asco los pelos de mis axilas, mi entrecejo, mis cejas »desarregladas» o cualquier parte del cuerpo que se supone que no tiene que tener pelo.

Y después de eso, contesto a las preguntas:
¿Cómo me siento mejor? Creo que me siento de la misma manera con o sin pelos, eso sí, en verano, me puede la presión y me depilo. No es por sentirme mejor, al contrario, me siento mal, porque sé que 
no quiero hacerlo y termino haciéndolo por las miradas que se llevaran mis pelos de manera gratuita.
¿Consideras que la depilación es una elección tuya?
Claramente no. Depende de la estación en la que estemos xD Si estamos en invierno, es elección entre mía y la ropa que llevo, que no muestra esas partes que tienen que estar depiladas. Bueno, ahora que lo pienso, no. Es asco la verdad, cómo tenemos tan arraigado lo que tiene que hacer el género al que pertenecemos. Lo bueno?? Que cada día que pasa más mujeres nos vamos dando cuenta de las cosas que no tenemos por qué hacer por el simple hecho de tener vagina y tetas.
¿Has intentado no depilarte?
Sí, muchas veces. Pero siempre caigo, sobre todo en verano, con los bikinis, los vestiditos y los pantaloncitos cortos.
Pero también, lo que me fascina en esto es la depilación de las inglés (o del cuerpo en general) ante la posibilidad de un encuentro sexual. Es algo que se define como preparatorio (estoy abriendo la veda para que me digáis que opináis sobre esto, porque estoy empezando a desarrollar esa parte del tema de la depilación). Está relacionado con el rollo de la mujer es más bella sin pelos, parece que se cuida más…blablabla. No sé, señoritas, este tema es lo que decía arriba, es de cada una. Porque cada una es libre de elegir lo que quiera, y si lo ha decidido ella con su plena libertad individual, el resto no podemos decir nada. Quien se quiera depilar que se depile, quien no, que no lo haga. Pero sin martirizar a unas ni idolatrar a otras.

I.B:

De acuerdo contigo B. en que no se trata de juzgar a nadie. Cada una tiene un camino diferente y vive las consecuencias de sus propias decisiones. Así que lo de ser juezas nos lo podemos ahorrar. De la misma manera que el resto del mundo se puede ahorrar su opinión sobre nuestros pelos.

En cuanto a la cuestión que planteas, sobre la depilación en el encuentro sexual, en mi opinión gran parte de los hombres (y algunas de nosotras) han tenido una primera visión de la sexualidad del DES-EDUCATIVO porno (me refiero al porno común, en el que la mujer constituye un objeto y su placer se encuentra supeditado al del hombre). Como sabeis en este tipo de porno la mujer está ultradepilada; asociándose así la depilación con la imagen de lo que es la mujer sexualmente atractiva.
Esto nos sitúa en el dilema de depilarnos o no para resultar atractivas a la persona con la que tengamos relaciones sexuales.

Para mí sexualmente lo más importante es sentirte a gusto con tu cuerpo. Centrarte en el placer y en compartir los cuerpos olvidándote de estereotipos.
Personalmente cuando más disfruto es cuando la persona acepta mi cuerpo tal y como es. Pero soy consciente de que mayoritariamente a ellos la depilación les resulta más atractiva.
Las relaciones sexuales son intercambios, pactos de placer. Pero tienen que estar basados en el respeto. Nuestros cuerpos no son objetos sexuales y por tanto nadie puede exigirnos que los objetivicemos. Por eso la depilación, como atractivo sexual, debe constituir una opción, como una ocasión en la que te quieras poner lencería u oler de cierta forma. Pero nunca una obligación. Para mí supone una elección, algo que hago conscientemente y solo cuando me apetece. No querría tener encuentros sexuales con una persona a la que no le guste mi cuerpo como es naturalmente.

S.B:

Yo ya no se cuales eran las preguntas porque me he dedicado a leer detenidamente las respuestas.
Asi en general solo me preocupa depilarme las axilas porque siempre lo he hecho con cuchilla y si crece mucho me pica y la cera me da miedo, sinceramente 
habre utilizado la cera tres veces en mi vida. Las piernas soy un desastre antes de darme cuenta que era algo impuesto realmente ya llevaba las piernas mal depiladas por lo que ahora tampoco lo hago mucho, aunque me gustaria hacerlo menos. Aún asi me han criticado muchas veces por ello y he tenido que aguantar muchas cosas. Me siento comoda sin depilarme por el simple hecho de que son menos cosas de las que preocuparme .
Que siempre he sido una chicas que las «cosas de chicas» se le han dado mal y hasta que aprendes a pasar de eso es bastante duro. Con el paso del tiempo he aprendido a que nada de lo que hago es totalmente una elección mia ya que somos seres sociales condicionados totalmente, tambien hay que aprender a vivir con eso y por lo menos saber xk haces algo aunque lo hagas.
Y por último quiero decir que lo de «mujer bonita la que lucha» no me gusta aunque al principio parece genial y bonito en realidad es algo que sigue siendo patriarcal, antes teniamos que ser bonitas y sumisas ahora se lleva mas el rollo bonitas y luchadoras, pero siempre eso BONITA ¿ por que tengo que ser bonita? sere lo que quiera ser. En tal caso bonitas por dentro xo esa frase dudo que se refiera a eso.

V.M:

Bonita, no hace referencia al concepto de belleza física, el estereotipo de mujer luchadora como cliché. Supongo que como con todas las frases reivindicativas ya ha sido mancillada por algún anuncio, revista de moda, etc. Cuando yo me refiero a mujer bonita, es aquella que se quiere, que se siente bonita para sí por fuera y por dentro. Sea como sea, que se acepta y lucha por andar su propio camino. Bonita, no guapa.

Mujer bonita es la que lucha

S.B:

El problema es que en general si que se relaciona con guapa, alomejor hay que cambiar la palabra o el concepto que se tiene de ella.

V.M:

De eso se trata, de reapropiarse los términos. Depende de nosotras y la lucha cambiar el concepto que acompaña a la palabra, que es lo que en definitiva la transforma.

S.B:

Sigo diciendo que ahora esa frase no creo que este bien traida, en un tiempo y con esfuerzo seguro, pero ahora sigue teniendo un sentido patriarcal, es como todo habra que luchar para que cambie.

V.M:

Pero si seguimos silenciando y asumiendo nada va a cambiar. La lucha se hace cada día, poco a poco, quien malentiende acabará entendiendo. Para mí no tiene un sentido patriarcal en la forma en que lo uso. Al fin y al cabo, la conciencia que tenemos sobre nuestras acciones, lenguajes y procesos es lo que marca la diferencia.

Sobre cómo el feminismo y la manera de replantearnos las cosas influye en nuestra manera de observar y analizar el mundo encontré este otro video que explica muy bien cómo el feminismo nos cagó la vida…

«El feminismo no es complejo, es desgarrador, es implacable. Cuando se mira ya no se puede dejar de ver. Me dicen que soy radical y pienso: ¿cómo se puede ser feminista a medias? […] El feminismo me cagó la vida y se lo agradezco, en realidad, lo único que perdí fue el miedo.»

Y en medio de este interesante debate entra en juego la intervención de un nuevo actor: el machito progre erudito

C.A.M:

Disculpad que interrumpa el feedback, pero creo que partís de supuestos muy poco sólidos, y que merecen ser revisados. Por citar algunos: el imperativo de “ser preciosa para tí”, que aparece como absurdo en tanto que el asunto del aspecto físico solo cobra sentido por referencia a los otros (la cara te la ven los demás, tú misma no te la puedes ver directamente, solo en un espejo); o la distinción “apetecerme por mí /apetecerme por (…)”; o las nociones de “naturaleza” y “libertad” implícitas en general en los comentarios. En fin, no veo diferencia sustancial (si de algo relacionado con la “libertad” se trata) entre depilarse por “comodidad” y hacerlo por “no sentirse sucia” o para gustar a los demás, de la misma manera que no veo diferencia sustancial alguna a este respecto entre hacer ejercicio para lograr un cuerpo saludable y hacerlo para lograr un cuerpo deseable a ojos del resto.

Pero sin lugar a dudas lo que más me ha llamado la atención es la concepción que tiene I.B. de las relaciones sexuales como “intercambio de placer entre individuos libres”. En primer lugar porque (si la tesis pretendía tener carácter descriptivo) de hecho no son tal cosa, mal que les pese a algunos. En segundo lugar (por si la tesis pretendía tener carácter normativo) porque es incoherente con lo que se sostiene inmediatamente después: “Nuestros cuerpos no son objetos sexuales”. Me explico: un pacto (contrato, intercambio) es una transferencia mutua de derechos sobre una cosa (a veces se dice que el pacto en particular contempla un lapso de tiempo entre la transferencia del derecho y la de la cosa). Pero en este caso el objeto de intercambio es el placer, pero el placer no es una cosa, sino que es producido en mí por una cosa, a saber, por el cuerpo del otro. Entender las relaciones sexuales como un pacto de intercambio significa entenderlo como una cesión mutua del derecho de usar el cuerpo del otro como medio para obtener placer sexual, esto es, como objeto sexual. Se podría mantener desde esta perspectiva que no son “solamente” objetos, pero desde luego decir que no son objetos es contradictorio.

La primera respuesta, de una conocida, no tarda en llegar…

M.M:

Veo que te has tomado en serio lo de argumentar en vez de limitarte a decir gilipolleces, y eso me alegra, porque si vamos a acabar filo, al menos que se luzca en esto.
Ser bonita para tí implica no someter tu forma de sentir y de actuar a los cánones socialmente establecidos. El aspecto físico no solo cobra sentido a los ojos de los otros desde el momento en que una tiene ojos en la cara y puede verse con ellos. Lo que significa es que no tienes que juzgarte con los cánones que otros te imponen.
Si que es diferente depilarse por no sentirse sucia a depilarse por pura convención o por gustar a los demás. Puede que en los resultados no, pues en punto comun es que te acabas depilando. Pero aquí estamos cuestionando la motivación, es precisamente eso sobre lo que estamos reflexionando, y hay mucha diferencia entre depilarse por un motivo o por otro.
En cuanto a lo de I.B, creo que a ella también le gustará responderte, y espero que lo haga, pero también voy a dar mi visión de lo que ella ha dicho. Puede que para algunas personas esa tesis sí que tenga carácter descriptivo. Hay muchos tipos de relaciones sexuales y igual que unas pueden ser definidas como un favor o una relación de dominación, otras pueden describirse como intercambio de placer entre individuos libres.
Por otro lado, en caso de que su tesis pretendiera ser normativa, esto no es Hobbes. El intercambio no es solo de objetos. En el mundo real también puedes intercambiar experiencias, opiniones, fuerza, energía, o placer. El pacto es lo que dos personas decidan pactar, y no tienes por qué decidir pactar objetos. Pacto solo implica intercambio reglado por los individuos que llevan a cabo la acción de pactar. Es, a mi entender, totalmente coherente lo que propone Irene. Puedes estar más o menos de acuerdo, pero no veo problemas de inconsistencia.
Finalmente, ya que nos hemos puesto pedantes (o filósofos) voy a permitirme citar a Wittgenstein: «el significado del lenguaje se hace con el uso», y aquí eso es lo que estamos haciendo: resignificar los términos. Los cuerpos son objetos en tanto que son materiales, pero creo que está claro en qué sentido está usando irene esa palabra.
Anyway, esta es mi opinión! Que no quite que las demás puedan responder con lo que tus comentarios las susciten.

Y, por fin, la Mayapán no se pudo callar…

We're fucking serious

V.M:

Querido C.A.M: No voy a pedir disculpas de antemano ni argumentar nada para justificar que no deseo crear polémica. Agradezco tu aportación para demostrarte algo: «Creo que partís de supuestos muy poco sólidos, y que merecen ser revisados.»

¿Con qué legitimidad moral te atreves a afirmar que nuestros supuestos son poco sólidos? ¿Desde qué experiencia personal opresiva, como mujer, te aventuras a extraer preceptos materialistas parciales para tirar por tierra nuestras argumentaciones?

Agradezco nuevamente que al menos utilices argumentos teóricos pseudoeruditos en lugar de garruladas, pero considero que el fundamento de tus comentarios es el mismo. Ofrecer una visión que banaliza nuestra puesta en común de emociones, impresiones y experiencias. Que de forma consciente o no, pretende anular nuestro debate. No sé qué te motiva a hacerlo, ya que finalmente tu aportación no construye una opinión real sobre el tema debatido. No me queda clara, porque se evapora en la concentración del desprestigio, cuál es tu postura respecto a la depilación, tu crítica a la opresión de ésta o tu experiencia.

«El aspecto físico sólo cobra sentido por referencia a los otros (la cara te la ven los demás, tú misma no te la puedes ver directamente, solo en un espejo)» 
El aspecto físico cobra sentido también sobre el amor propio. Puedes ir de punta en blanco, que todo el mundo te vea guapísimo o guapísima, y que tu autoestima respecto a tu aspecto esté a la altura del betún. Sino no existirían patologías mentales (que no son sólo alimenticias) como la anorexia, la bulimia o la vigorexia. Cuya raíz está bastante cercana al concepto patriarcal de la belleza del que hablamos refiriéndonos a la depilación.

«No veo diferencia sustancial (si de algo relacionado con la “libertad” se trata) entre depilarse por “comodidad” y hacerlo por “no sentirse sucia” o para gustar a los demás, de la misma manera que no veo diferencia sustancial alguna a este respecto entre hacer ejercicio para lograr un cuerpo saludable y hacerlo para lograr un cuerpo deseable a ojos del resto.»
Te explico la diferecia sustancial: Una es una decisión propia, consciente y razonada, la otra es una decisión sugestionada, obligatoria en su raíz, potenciada por la presión social y el concepto normativo de belleza femenina. Del mismo modo que en el ejemplo anterior, la fuente del conflicto reside en ello. La acción que se toma por una misma como beneficio propio o para paliar el juicio externo. Si haces deporte para estar sana es un beneficio para ti y tu salud, si lo haces para estar deseable a los ojos del otros el camino será diferente (priorizarás aquello que te hace conseguir resultados estéticos de forma rápida y poco saludable).

Continúo citando: 
«Entender las relaciones sexuales como un pacto de intercambio significa entenderlo como una cesión mutua del derecho de usar el cuerpo del otro como medio para obtener placer sexual, esto es, como objeto sexual»

¡Qué concepción tan mercantilista! Si eso es lo normativo, ¡qué basura! Cuánto me alegro de estar fuera de la norma… y te respondo con el argumento de Moni, que creo que lo ha hecho de lujo:

«Esto no es Hobbes. El intercambio no es solo de objetos. En el mundo real también puedes intercambiar experiencias, opiniones, fuerza, energía, o placer. El pacto es lo que dos personas decidan pactar, y no tienes por qué decidir pactar objetos. Pacto sólo implica intercambio reglado por los individuos que llevan a cabo la acción de pactar. Es, a mi entender, totalmente coherente lo que propone Irene. Puedes estar más o menos de acuerdo, pero no veo problemas de inconsistencia.»

Esta inconsistencia de la que hablas es lo que me lleva al origen de este tochazo de argumentación…
El mero hecho de que te sientas con el derecho de afirmar tan ligeramente que nuestra experiencia y teorización es insustancial e inconsistente, como si de la verdad absoluta fueses embajador, debería plantearte hasta dónde la concepción subjetiva machista de la superioridad intelectual (esa a la que se refiere Cañete) vive en ti. 

No te sientas atacado. Reflexiona. A mí se me puso muy mal cuerpo y mala hostia cuando te leí, para qué nos vamos a engañar. Pero como soy respetuosa, pero nada señorita, me he tomado mi tiempo para responder con calma. 

Y ahora te cito un artículo muy interesante que he leído hoy de una feminista musulmana: 
«Lo que las mujeres hacemos o dejamos de hacer con nuestro cuerpo, vida y creencias, dejará de ser un tema político para ser una cuestión personal, cuando tú y los machismos de todo tipo, sean musulmanes, católicos, ateos, marxistas, trotkistas o anarco sindicalistas se callen de una vez y dejen hablar y resolver a las mujeres, como sujetas que somos; las únicas con legítima autorización para opinar sobre nuestras realidades y decidir que hacemos con ellas.» 

Ella se refiere a quien desde su visión supuestamente progresista critica su uso del velo, evidenciando este machismo de juicio y superioridad intelectual a la vez que una mirada occidentalista. Y dice también:
«Tú me faltas el respeto cada vez que me hablas como si yo fuera incapaz de comprender la realidad y necesitara de tu catecismo macho-progresista-emancipatorio que desautoriza mi visión, mi experiencia y mi objetivos con respecto a mi misma y la realidad que vivo. No. No te hablo desde el respeto, porque el respeto de alguien que me considera inferior no es respeto. El respeto se da entre iguales. Los iguales no cuestionan las decisiones de otrxs con espíritu policíaco, las analizan juntos.»

No voy a pedir disculpas por ser radical, ya lo dije antes, el feminismo me cagó la vida y se lo agradezco. 

Espero que encontréis algo útil en este contrapunto.

Y cómo colofón, por si hay alguien qué decida leer este enoooorme artículo sigue pensando que somos unas feminazis, hembristas, medusas devorahombres y otras pajas mentales patriarcales, os regalo este estupendo artículo:

La demonificación de las feministas, el hembrismo y el mito de Medusa

«No olvidemos que a los que dominan, les gusta decirles a los dominados cual es su lugar y mientras los dominados se mantienen ahí, los consideran nobles y buenos; pero cuando estos se rebelan, ya les parecen resentidos,delincuentes y peligrosos;entonces inventan mitos para que el resto sienta miedo de su propia libertad: la hembrista, la feminista radical,el negro resentido, el indio ladrón, etc. Algunos mitos se inventan para perpetuar el sometimiento de muchos a favor de unos pocos, y fomentar el miedo al poder de autonomía y acción que a cada ser humano corresponde por derecho.»